Sonríe
“¡Venga!
¡Vamos!
¡Sonríe!
Es todo cuestión de ponerle un poco de ganas.
Eso es…así…curva un poco más la boca… ¡Hacia arriba,
no hacia abajo!...
¡Venga!
Entorna un poco los ojos…Un poco más…No olvides la
curvatura de la boca, es importante…
¡Madre mía! ¿¡Qué clase de cara es esa?!...
¡Vamos!
Enseña los dientes, no rujas, eso no…así, como en un
anuncio cutre de dentífrico…
Bien, sigue por ese camino, no olvides medio cerrar
los ojos, como sospechando…
¡Sonríe!
Quítate las legañas, destapa los ojos, pero mantenlos
entornados, verás mejor, más alegre.
Ahora toca hacer algo de ruido, un simple “ji” con
los dientes apretados puede servir…
¡Venga!
No olvides los ojos, ni la boca torcida hacia el
cielo, ni la dentadura asomada…
Esto cobra color…Imagina que te desternillas hasta
que se te caen las lágrimas.
¡Vamos!
Llora, pero llora de risa…Así con los pómulos
apretados también y con el “ji” sostenido…
Ves, no es tan difícil, ya parece más una sonrisa
que una careta, sólo mantenlo y deja de pensar.
¡Sonríe!
Y ahora que ya le has cogido la técnica al asunto,
un último consejo…No lo olvides…
No el consejo, claro, si no la técnica…Te vendrá
bien sonreír, perdón, nos vendrá bien sonreír…
Sé que no es tan difícil, pero creo, que lo habíamos
olvidado…
¡Venga! ¡Vamos!
Sonríe”.
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