No me quiebres
No me pidas tiempo que te narre mis lamentos,
no me pidas folio en blanco que plasme lo que
siento.
Pues confesor y lienzo te conviertes en mi muerte.
Pues cuando nos encontramos me encuentro.
Y al encontrarme me pudro pues solo encuentro
lamento.
No me tientes suerte,
a soñar con un nuevo viento.
Pues solo encuentro en mis textos canciones de
desalientos.
No me fuerces poesía,
no me quiebres,
no me obligues,
a despertar gris cada día.
Deja violín imaginario cantar a los pájaros.
No me pidas Mañana que te sonría al despertar.
No me pidas cielo azul cuando yo despierto nublado.
Pues buscando palabras encuentro recuerdos.
Pues en recuerdos encuentro silencio.
Y en los enredos,
en las palabras llenas de vacío,
me encuentro.
Y es de día,
y no hay nada.
No me tientes suerte,
a decir cuánto me faltas,
pues es egoísmo pensarse desgraciado con pan en la
boca.
No me fuerces destino a escribirte entre líneas
cuando no quiero,
pues de la desidia nace el fin.
Y a veces lo único que se desea,
es acabar.
No me fuerces poesía,
no me quiebres,
no me obligues,
a despertar gris cada día.
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