Mercurio
Te colaste en lo más hondo de mí,
entre cada rincón y,
en cada respiración, cada aliento,
te recuerdo,
me recuerdas.
Taponaste mis oídos,
me dejaste sin aliento,
caliente,
ardiendo,
junto a ti.
Viniste con el frío,
a arroparme entre tus brazos,
con el sudor,
perlando nuestra frente.
Me cogiste de la mano,
de los pies,
del pecho,
y la garganta.
Me cogiste bien de lleno,
hasta el fondo y hasta arriba,
me cogiste bien de lleno,
puta gripe.
Espero que esté mejor!
ResponderEliminarSí, lo estoy, muchas gracias por su preocupación y sobre todo, gracias por leerme. Un abrazo, sin gripe.
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