Cuando lluevan bombas
Cuerda rota...
Ni un día más,
no quedan semanas,
ni minutos,
no quedan.
Déjame, libertad,
déjame acariciarte,
déjame escuchar tu jadeo,
al menos,
mientras te violan a lo lejos
Sobrevivo a la memoria,
al recuerdo de tocarte con justicia,
con manos limpias en utopía,
lejos del hombre.
Todo yo eres tú,
padre,
madre,
anciano,
memoria...
Todo yo es recuerdo,
es lo que fuisteis,
es lo que soy.
Todo tú,
todo lo que venga,
hablará en su piel de lo que soy yo,
de lo que somos nosotros.
Suspira soledad,
lo que dejaron vuelve,
lo que dejemos vendrá,
y nadie,
puede olvidarlo.
Piano y humo en sombras de velas,
revoluciones y guerras,
y daño,
mucho daño,
muy dentro,
donde no llegan las bombas.
La guerra mata;
y el hambre,
y la peste,
y el dinero,
y la ambición;
pero sobretodo mata el hombre.
Y muere la carne y muere el cerebro;
y sobretodo muere el espíritu.
Se rinde,
y no solo cuando le alcanzan las bombas.
Muere;
cuando muere justicia y violan a libertad;
Muere cuando llueven bombas,
y el hombre
se olvida del hombre.
Todo yo somos nosotros,
todo nosotros
soy yo,
y no dejaré
que muera el espíritu,
aunque le
lluevan las bombas.
Muy bello
ResponderEliminarMuchisimas gracias!!! Nació de un sentimiento de impotencia general que vivimos en la sociedad y en el momento actual, me alegro de que te parezca bello. Gracias por leer y comentar.
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