Tempus
fugit (Aló-pecia)
Crece,
envejece,
y,
si puedes,
mantente
en tus trece.
Busca
curro,
busca
pareja,
busca
amigos,
ponte
pelo.
Pilla
el coche,
dale
vueltas a la noche.
Gimnasio,
espacio
y calma;
vivir
poniendo cien alarmas.
Toma
otra mañana, olvida otra cara.
Quédate
en la casa, sin tus cien amigos,
quédate
sentado dilatando tu ombligo.
Acuérdate
de joven cuando sí salías,
todos
los días...
Casi
todos,
estuvierais
dos, tres o solos.
Acuérdate
de niño, cuando sí venías;
Con
las tías,
con
los tíos,
con
tus primas y tus primos.
Ahora
la familia ya solo son amigos. (O ni eso)
Recuerda
bien también,
cuando
el problema no era ser feliz,
si
no,
parar
de reír.
Ahora
la canción de los años suena más lenta, a ritmo de balada.
Ahora
la canción está casi pausada y,
a
veces,
no
suena nada.
Ahora
con las arrugas, es triste hasta una carcajada.
Eres
viejo, el tiempo pasa y,
por
más que corras,
ya
no tienes casa.
Eres
mayor y,
aunque
sueñes con volar,
lo
que toca es ir al parque a caminar.
Con
achaques,
con
reuma,
mala
vista y,
las
piernas cansadas: ¡qué terrible es la edad!
Sin
embargo,
aunque
te duela algún achaque,
peor
es la soledad,
y
quemar, cada año,
otro
almanaque.
Pobre
viejo solo,
pobre
sólo viejo.
Vago,
verborreico, y cansado:
¿Dónde
vas en ese estado?
“No
voy, no vengo,
sólo
me llevan los años, y esta es la verdad;
¡Tempus
fugit y yo... Sin estos pelos!”
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