lunes, 30 de abril de 2012

Sin olvidar lo importante




Sin olvidar lo importante


Sin olvidar lo importante he olvidado ya mucho.  He olvidado risas y grandes momentos. Carcajadas serenas plagadas de amor. He olvidado besos, llenos de pasión y de sensualidad. He olvidado a gente con la que he compartido buenos y malos momentos. He olvidado lugares, comidas, fiestas y conocimientos. He olvidado un sinfín de cosas, pero siempre he tratado de vivir sin olvidar lo importante.
Pero ahora no puedo, olvido y no quiero. Y como olvido muero y como muero olvido. Porque quiero recordar y no puedo. Porque sé que la cara de mi hija brilla como el sol y acaricia como las nubes, pero no puedo. Porque sé que ha estado cerca, pero ahora está lejos.
No quiero, no quiero dejar de quererte, pero no sé cómo hacerlo si no sé quién eres. Quiero que estés junto a mí aunque hace tiempo que en mi cabeza estamos lejos. Si recuerdo algo, recuerdo tus manos, sé que son suaves y al sentirlas te veo y nos veo, aunque a veces no me acuerde de ti, aunque a veces no me acuerde de mí.
Recuerdo a tu padre, lo recuerdo junto a mí abrazado, tumbado y de muchas maneras, recuerdo su cara y como me besó la primera vez con los ojos apretados a más no poder. Recuerdo tu nacimiento y lo recuerdo sonriendo. Recuerdo todas sus risas y sin embargo no recuerdo el color de sus ojos, ni cómo me decía en la intimidad, ni si lo quise siempre o no fue así, ni siquiera recuerdo si de verdad fue así o es lo que quiero o puedo recordar.
De pequeña me gustaba cantar. Cantaba: «había una vez un barquito chiquitito…», sabes cuál es. Eso lo recuerdo bien… Nítido. Sin embargo no recuerdo si al caminar debía mover las dos piernas o una. Ayer me caí, lo recuerdo, pasé vergüenza aunque a mi edad dé un poco igual. Me caí por no recordar cómo se andaba y sin embargo recuerdo que me caí.
Siempre quise vivir en el recuerdo, siempre, como un ideal romántico. Por eso pintaba, para recordar con colores cómo yo lo veo, lo que nos había ocurrido. Así te pinté al nacer en mis brazos, con cariño, con color, con vida, y así te recuerdo.
Mis cuadros. Se han borrado muchos de su lienzo. Los he olvidado casi todos, pero aun sé que me quedan algunos escondidos de la enfermedad. Escondidos de la muerte, pues cuando no los vea no seré yo.
Hija, te quiero, aun lo sé y eso ya es mucho. Te quiero como he querido a todo y eso también lo sé. Ojalá pudiera arrancar un recuerdo de mi cabeza y esconderlo en una caja antes de que desaparezca, ojalá pudiera esconder lo que queda de mi vida en un cajón estrecho y pequeño, escondido y protegido del olvido. Ojalá muriese para no perder lo que soy, he sido y seré. Pero todo se irá perdiendo, todo se olvidará y yo poco puedo hacer sino tratar de guardarte, hija, guardarte profunda en lo más profundo del cerebro, en esa parte que conecta con el corazón, donde se junta con el alma, ahí. Y protegerte y tratar de no olvidarte, aunque ya no recuerde quién soy yo, y vivir sin olvidar lo importante, y vivir sin olvidar que te quiero, hija mía.

4 comentarios:

  1. Decía, que..
    existen letras que te hacen sonreir, letras que hacen llorar, algunas, hacen que pienses y otras, como esta.. que caiga de nuevo en la certeza de saber por qué formas parte de mi vida.
    Te quiero primo.

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  2. Olé!!! Muchas gracias primaaaa!!! Yo también te quiero!

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