jueves, 30 de junio de 2016

Poeta de guardia





Poeta de Guardia



Cuando crecen en mí las ganas de escribir poesía, me temo.
Temo el sabor metálico en el paladar.
Temo el vacío que acompaña a mis recuerdos.
Temo, profundamente, el silencio de mi memoria.
Y me atemoriza porque, en el dolor que me produce escribir,
en la desazón que me produce sentir lo que vierto en líneas,
en esa desesperanza de soledades y penas,
encuentro un supremo placer.
Pues, en el dolor masoquista de mi poesía se encuentran mis verdades.
Y, en cada una de esas grises verdades,
en cada uno de esos silenciosos y tristes debates, me encuentro.
Y cuando me encuentro; solo, gris, triste, destemplado y huraño...Soy.
Me añoro escribiendo a altas horas de la noche pero, cuando me encuentro así, más solo me siento, y más completo.
Soy lo que escondo entre renglones dolorosos nacidos de madrugada.
Soy lo que callo y lo que escribo,
soy lo que temo,
soy lo que no quiero ser.
Pues soy cobarde de boquilla,
y guerrero de corazón.
Valiente de día,
y poeta de noche.



No hay comentarios:

Publicar un comentario