martes, 16 de junio de 2020

Hermana





HERMANA


Se acaba Hermana...
ya se termina...
Abandona el miedo,
pequeña,
olvídalo ya...
No has andado sola,
hermana,
pero sola,
se te va la vida...
Descansa, hija,
descansa hermana,
descansa mujer,
ahí abajo nunca estarás sola.
Fueron tus días,
hermana mía,
soles y primavera.
Dulces risas y hermosas alegrías.
Mañanas y amigos.
Familia y noches.
Risas, suspiros, miradas cómplices...
Y pena.
¡Ay de este mundo cruel!
¡Ay de ti cuanto te quemaba la piel!
Aquí, hasta la más linda ave puede ir a la jaula.
El más lindo pez a la pecera y,
la mejor persona,
a la tumba.
Hermosa mía,
que tras el cristal encerrada buscabas...
¿¡Qué?!
¿Qué buscabas perdida en la gente?
¿Qué mirabas en la apatía de cada día?
No encontrabas nada,
¿verdad?
Sola entre todos,
y en casa,
la salsa de palos
no cesa...
La bestia no se cansa.
No se amansa.
¡Ay, Hermana!
¡No quieras quedarte sola!
No quieras alejarme,
no busques huir así...
Pues en la huída de la vida,
nos dejas a los demás sin ti,
sin amiga,
sin hermana,
sin hija,
sin madre...
Pero,
¿Y tu niño de sangre?
¡No te calles!
¡No te dejes ir!
Pero ¿¡y tu niño dulce?!
¿¡Y tu ojito derecho!?
Ya no le quedan palabras,
ya no le nacen sonrisas...
Se cansó de gritar "padre"
y de llorar "madre"
Ya no es niño de risa,
ahora sólo es fruto de pena.
¡Ay dulce madre indefensa!
¡Pobre Hermana!
¡Ay triste monstruo inhumano!
¡Ni una menos te gritamos!
¡Y otra más que lloramos!
Pobre niño de teta seca...
¿Qué te hicieron?...
Nene de padre falso...
Hijo de madre muerta.
Cuando crezcas.
No te salgas de la cuna.
No te rindas al dolor,
no te vuelvas rabia.
Y recuerda,
pequeño...
Que no te quiere quien te daña.
Que no te ama quien te muere.
Duerme chico. Duerme niño.
Que tu madre es otra más...
Pero no será otra menos.
Oye hermana,
ya no estás sola.
Escucha hermana,
descansa siempre,
que tu pequeño no estará solo...
Y tú,
mi niño...
no llores,
ya se termina todo.
Recuerda niño herido,
que tu tampoco estás sólo.
Recuerda que están contigo,
aunque no puedas verlo.
Pues en el fondo de la pena
siempre habrá manos que busquen salvarte,
Descansa hijo nuestro,
no te olvides que te quieren,
ahora duerme...
volveréis a veros en otro cuento.