domingo, 16 de marzo de 2014

Un año




Un año


Un año atrás ya.
Un año,
que pareciera un millar.
Toda una vida,
una eternidad.
Un año ya,
y aún,
cada noche antes de cenar,
te recuerdo,
en mi móvil,
llamando,
preguntando qué tal.
Te recuerdo en mi oído,
atrapada,
sin dejar de hablar.
Te recuerdo como el ayer,
aunque haga un año ya,
te recuerdo para no volverte a ver.
Un año ya,
y aún te espero,
en las butacas del teatro,
diciendo,
"Mi niño es el más guapo".
Aún te espero en los cimientos,
entre las ruinas de arena del castillo,
sumida en las aguas de la marea.
Un año y fue ayer,
un año y te dejé de ver.
Aún te aguardo,
en los lamentos,
de mis recovecos,
cocinando olores que ya,
quedaron en el recuerdo.
Te veo, un año atrás ya,
de pie,
como casi siempre,
tratando de no dejarte sentar,
o tumbar.
Te veo,
y te recuerdo fuerte y hermosa.
Te recuerdo también cabezota...
Te recuerdo enferma,
te recuerdo joven,
te recuerdo viva,
te recuerdo...
¡ Cómo recuerdo escucharte cantar!
Esas canciones que ya eran propias versiones.
Pues eras de esas personas que cantan siempre,
y nunca escuchan música.
Y sé,
que en tu silencio,
la oías;
tu música,
tu vida.
La dulce banda sonora,
que,
sin darte cuenta,
ponías en mi vida.
Pues quedó silencio tras de ti,
un año atrás ya.
Y ya,
tras los cien años de este año,
tras el millar de décadas que han pasado,
o que creo recordar,
ya solo queda recordar por recordar,
por no querer olvidar.
Hablar de tus sonrisas,
tus mimos.
Decir lo que dijiste,
y nombrarte después.
Contar un chiste sabiendo que fue tuyo.
Crecer lo que me quede en la dirección que me diste.
Nombrar tus virtudes,
y bromear con tus defectos.
Contarte en anécdotas y,
si mi mujer e hijos llegan a existir,
narrarles de su abuela,
como si una leyenda fuera.
Pues, un año atrás ya, ocurrió que te fuiste,
y solo me dejaste la manera de mantenerte en palabras.
Te fuiste demasiado pronto,
y un año hace ya.

Un año  que pareciera un millar.

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