La Nada
Hay un hueco antes de cada cosa.
Un hueco profundo como una fosa abisal;
insondable, oscuro, inaccesible...
Una sima de duda que abarca cada paso,
de cada persona.
Una duda no tangible,
incluso imperceptible.
Una duda que mata la vida,
que trae el mayor de los males,
la desidia.
Como el temor previo al salto,
o la duda en la decisión,
el abismo nos observa y nos cuestiona.
Un abismo que separa lo que se debe de lo que se
quiere.
Y en los débiles puentes que podemos crear,
sobre cuerdas de voluntad,
nos sostenemos en cada encrucijada
de mañana, tarde o noche.
En el camino a seguir
siempre se encuentra su contrario.
Y al final, cruces
al lado que cruces,
sea lo que debes o lo que quieres,
siempre pisas tierra,
y sólo el puente,
la duda,
queda sobre el abismo.
En el quieto paso de la elección,
se encuentra el verdadero fin,
la verdadera poza,
la oscuridad.
Pues sea lo que sea
lo que estés por hacer,
solo al negro pozo de la duda has de temer.
Hay un hueco antes de cada cosa,
la duda,
la Nada.
Y si no decides,
si quedas suspendido en puentes,
en encrucijadas,
también un abismo quedará después.
Camina,
duda,
elige,
sigue caminando.