Camino
La boca medio abierta
a punto de decir nada.
Pero por la espalda
un escalofrío parte el cielo.
Sube hasta la nuca y siembra nubes.
Abrevadas letras volcadas.
Abnegadas lágrimas poco saladas,
brotan de desidias varias.
Y en estéreo el fracaso y el lamento.
Y yo camino enhiesto.
Cual caracol remonto el monte,
casa a cuestas,
antenas al sol.
Y a pleno pulmón grito silencios,
porque gritar sinsentidos queda feo.
Y tras improperios y malas chanzas,
en la cresta de las palabras encuentro lo que busco.
Una vez encontrado decirlo es sencillo:
Se para el que quiere,
avanza el que puede.
Pero no siempre puede el que quiere,
y casi nunca el que quiere puede.
Monte abajo, tras tan grata revelación,
concha a la espalda y antenas guardadas,
toca el momento de la bajada.
Y por el camino,
como subí,
desciendo cantando.
Pues,
en palabras de bardo,
la revelación es clave,
pero el camino es verso.